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sábado, 30 de octubre de 2010

Devoción por el Gu-Rú

Devoción por el Gu-Rú




Mahatma Chandra Bala


Mahatma Chandra Bala
Septiembre de 1952

     Nos preguntamos generalmente a nosotros mismos por las cosas sucedidas. Estamos siempre pensando y sorprendidos por esto o aquello que sucede. Todos los acontecimientos de nuestra vida son algo misteriosos para nosotros y por supuesto, después de un suceso, aprendemos de la prueba que hemos vencido. Todo suceso de nuestra vida es una experiencia y antes de tal experiencia no realizamos que todo puede cambiar en un momento. Después de esta prueba, todavía preguntamos, confundidos, cómo y por qué y, por supuesto, hay muchas razones y cosas que escapan a nuestra razón.

     No hay casualidades en nuestras vidas, todo sucede por una razón y una razón profunda que realizamos

     Esta noche les daré algunos ejemplos para ilustrar la vía del Bhakti. Realizamos, por supuesto, que estos obstáculos pruebas, acontecimientos de nuestra vida, pueden tener muchas aplicaciones; pero esta noche tomaré solo uno que relata especialmente la Enseñanza que tomamos en Bhakti Yoga.

     Debemos tener completa devoción por el Gurú; completa fe en el Guía; debemos tener respeto por toda cosa hecha por el Maestro. Aquí también, como con nuestras propias vidas, algunas veces, disputamos con la personalidad del Gurú: No realizamos un poquito el por qué está haciendo eso o aquello y nos confundimos sobre por qué nos da alguna experiencia, muy fuerte también algunas veces. Para que ustedes entiendan y tengan su propia conclusión, les ilustraré con una pequeña historia sobre un chellah y su Gurú tibetano.

     ...caminaban juntos, como lo hacen en la India los Gurús y los chellahs, por los Himalayas y el Tíbet, de una aldea a otra, y como es costumbre iban en gerrúa.
     Ustedes saben perfectamente bien que es dada hospitalidad a los sadús en el oriente.
     Ellos participaron de esa hospitalidad, una noche en casa de un señor muy rico. Muy temprano, al día siguiente, antes de que el señor de la casa se levantara, el Gurú robó las joyas, los vasos de oro y plata y partió con su chellah.
     Este estaba atónito por la acción de su Gurú y preguntó: por qué, después de recibir hospitalidad tan hermosa, su Maestro debería, robar la riqueza de ese hombre y el chellah quería un razonamiento sobre eso. El Gurú solamente replicó: Tranquilízate chellah.
     Después de caminar, más adelante, llegaron a otro lugar donde recibieron hospitalidad también; esta vez de un hombre muy pobre – Ustedes saben, por supuesto,  que los discípulos reciben hospitalidad en palacios o en moradas humildes -. Después de recibir la hospitalidad ofrecida por el hombre pobre, muy temprano al día siguiente, el Gurú puso fuego a la casa, que se quemo hasta sus cimientos.
     El Gurú y el chellah tomaron su camino y éste estaba disgustado con la acción de su Maestro, preguntando nuevamente por su posición: GURÚ-JI, ¿Cómo es posible que Ud. Pusiera  fuego a la casa de este pobre hombre que no tenía nada y que nos dio su última porción de arroz? Entiendo mejor sobre el hombre rico, tal  vez Ud. Haya escondido la riqueza que le robó y tal vez este rico caballero tendrá más riquezas más tarde, pero este pobre hombre, dio su última ración y Ud. le pone fuego a su casa.
     El Gurú replico: Tranquilízate chellah.

     El Gurú y el chellah caminaron más adelante y llegando a los Himalayas, tuvieron que cruzar un pequeño río, por medio de un pequeño puente peligroso. Estos puentes son muy débiles y generalmente se caen pasado un tiempo. El Gurú cruzó primero y el chellah, solamente tuvo tiempo de cruzar y asiendo al Gurú le dijo: ¡Mire, el puente se cae! El Gurú contesto: Vamos alguien viene.
     El chellah era completamente incapaz de entender las palabras del Maestro y su actitud; mucha gente tenía que usar el puente y en ese momento se aproximaba un hombre y el chellah atrajo la atención de su Maestro al hecho de que ese hombre podía morir, el Gurú contesto: Deja que muera. Por eso el chellah penso que quizá su Gurú era ahora un asesino. En el momento que el hombre puso sus pies en el puente se precipitó en el abismo y en el río.

     Durante el camino el chellah discutía con su Gurú sobre la cuestión del robo, de prenderle fuego a la casa y de estar directamente conectado a un asesinato... Todavía tenía el chellah la debilidad de discutir con su Gurú, no realizando que él era la Divinidad encarnada, que su Gurú era un Gran Disipador de Tinieblas. El chellah quería entender por medio de un ejemplo.

     Después de un largo tiempo hicieron el mismo peregrinaje, como de costumbre, cuando se termina una vuelta, es comenzada nuevamente de tal manera que los Sadhus permanecen en un lugar. Llegaron a una pequeña aldea donde estaba un Gran Santo, un hombre que enseñaba la Gran Verdad y la filosofía de la Iniciación. No era un Gurú, solamente un hombre que daba en forma publica el Yoga tradicional y la línea Bhakti.
     El Gurú y el chellah encontraron este hombre y le reconocieron como el hombre rico del cual recibieron hospitalidad tiempos antes, y a quien el Gurú había robado las joyas y los vasos de oro y de plata. Les explico que antes había sido un hombre rico en verdad, pero que siempre había enterrado el oro que tenía. Trató de mostrar que era un hombre espiritual. Un día unos ladrones profesionales forzaron su casa y le demandaron por su riqueza, de otro modo lo matarían. Él explico que toda su riqueza le había sido robada, no sabía cuando ni quién. No puso riqueza a los ladrones, porque no tenía ni oro ni plata.
     Los ladrones le dijeron entonces, que les habían dicho que vinieran a su casa porque él era el hombre más rico del pueblo, y él les explicó que lo que la gente quería decir era que era rico en Sabiduría. Comprendió que había venido al mundo sin oro, ni plata, ni casa, y les hizo comprender que era solamente un Hombre. Entonces empezó a contar su propia experiencia a todos los que le rodeaban y de todas las aldeas vecinas le vinieron a ofrecer vasos de oro y plata. Esta vez no enterró sus riquezas sino que vendió sus ganancias para comprar materiales y construir una escuela de sabiduría para el pueblo. Dijo: Soy solamente un Hombre ordinario y he construido una escuela para que la gente pueda venir y seguir la enseñanza para curase. Esto es debido a la oportunidad que me dio un hombre desconocido y creo que se trataba de la mano de Dios.

     Más adelante en su jornada, el Gurú y el chellah llegaron a un Gran Ashram y quisieron visitarlo, para dar sus respetos al director, como ya se ha hablado mucho de ello. Reconocieron que era el hombre pobre que les había dado hospitalidad y cuya casa el Gurú había quemado. Les contó la historia siguiente: “No se como sucedió – Yo era un hombre muy pobre y siempre di caridad a los viajeros y ermitaños. Un día mi casa se quemo completamente y comencé a hacer una nueva casa. Para hacer los cimientos, cave la tierra y encontré un tesoro en mi propiedad. Comprendí que había vivido por muchos años en una choza humilde con una fortuna debajo. Sino se hubiera quemado mi choza nunca hubiera encontrado todo este dinero. No quise construir un gran palacio para mí, sino solamente una choza y un Ashram para el pueblo, para que puedan venir a aprender que la Divinidad puede interferir en todas las consecuencias de nuestras vidas.

     La siguiente etapa de su viaje, llegaron al lugar que el chellah reconoció como aquel en que murió el hombre y el chellah recordó las experiencias tenidas allí. El Gurú y el chellah supieron de un hombre y una mujer que tenían una especie de Templo pequeño. Llegaron allí y presentaron sus respetos; preguntaron al hombre y a la mujer el por qué se habían aislado. La mujer contestó: “Es una larga historia. Yo era una muchacha y tenía un prometido que era un poco brutal. Un día encontré otro caballero, un hombre tranquilo y espiritual que supo que tenía yo otro prometido. Debido a que este caballero estaba en la línea espiritual, no quiso romper mi palabra con mi prometido, que consistía en mantener mi palabra de matrimonio con él, pero yo había encontrado mi hermano espiritual, mi gemelo en mi camino.
     Entonces recibí malas nuevas; mi prometido supo que yo estaba con este hombre y venía a matar a mi hermano espiritual, pero tuvo un accidente en este puente, cayo y murió. Por la memoria de mi prometido hicimos un voto de que todos los días inspeccionaríamos el puente para seguridad de otros y debido a que me pude casar con mi gemelo y debido a que se convirtió en Gurú, esperamos a todos los anacoretas que pasan este puente para darles alimento. También cada cinco días vamos a los Yoghis que están aislados en las cavernas para darles alimento.

     Bien, esta es la pequeña historia en tres episodios, con los que Uds. podrán entender por sí mismos, como el chellah. En el peregrinaje el Gurú prevé la línea de todas las personas. Donde nada hubo, ahora había algo.
     Un hombre apegado a su dinero. El otro pobre y no tenía nada y el otro se preparaba para ser criminal. Un Gurú por gracia de conocer su futuro ayudó al hombre rico a transformarse en un Gran Instructor, como resultado de su propia experiencia y dar a otras una hermosa línea Bhakti. El hombre pobre fue capaz de construir el Ashram para el pueblo, y de que la gente podía pasar sobre el puente a través de las cavernas y las residencias de otros Maestros.

     El Gurú supo que el último hombre venía a atravesar el puente para matar a su hermano espiritual: un Gurú. El Gurú dejo que pasara el accidente para salvar al hombre de ser criminal y permitir la unión de la mujer a su gemelo. El prometido pago su karma y tuvo la posibilidad de reencarnar inmediatamente y venir en una mejor línea de vida. Estaba en una mala posición en la vida: Muy agresivo.

Todo puede ser por la Gracia de Dios.

     Tal vez la historia escape a nuestro entendimiento pero para el chellah. Al principio por supuesto que sí. Pregunto: ¿Por qué?... ¿Por qué? En el segundo peregrinaje comprendió que su Gurú había planeado el futuro dando evolución a todos.

1       - Recibiendo enseñanza del sabio.
2       La posibilidad de llegar a un Ashram.
3       Llegando al último puente de la vía donde estaban los gemelos, y de ahí llegar a la cima del Kailas.

     Ustedes están en la misma posición de este chellah, supongo, están en la misma posición diariamente en su vida ordinaria. Con su existencia común pueden Uds. encontrar la explicación; ir con fe y creer  que siempre hay una lección que aprender. Si no la encuentran hoy la encontraran más tarde.

     No argumentar, no discutir y no se revelen, no solo contra el Gurú, sino contra Uds. mismos y contra su vida. Id en la vía de vuestra existencia y no traten de luchar contra ella. Tienen que trabajar como lo hacemos en Yoga – Tener siempre un equilibrio perfecto y esa es la lección que tienen que aprender en la vida.  Esta es la enseñanza que reciben de su propia experiencia.
      Ustedes realicen por ustedes mismos, deben tomar toda oportunidad, deben tomar todas las cosas, cada minuto de su vida como una lección para encontrar el Gran Camino, el Tao, el Yug.


AUM   JÑÀPIKA   SATYA   GU-RÚ